Godt Nytt År og Takk For Det Gamle!!

Ya estoy de vuelta en Bergen, esta ciudad que es mi hogar desde hace unos años y en la que, a día de hoy, la gente camina a 20 centímetros del suelo por culpa de la nieve compactada y el hielo. Si, siempre hay alguien que hace eso todo el año, aunque en Noruega por suerte son los menos. He pasado 5 inviernos por aquí y exceptuando el que pasé en Oslo hace unos 11 años, este es, con diferencia, el más frío y más blanco de todos ellos. Yo lo prefiero, como dicen los noruegos: “no hay mal tiempo, hay mala ropa”. Prefiero la nieve y poder salir de casa con los esquís puestos que caminar bajo la lluvia a oscuras.

Después de una pausa en el blog a causa de las fiestas señaladas, entregas del master en el que me he metido y viajes varios, es hora de retomar un poco la actividad. Primero felicitar a todos los conocidos con los que no he podido coincidir. No tanto por la Navidad, que me la trae más bien floja, sino por el solsticio de invierno y el nuevo año. Y lo del solsticio no por pretender estar más en contacto con las fuerzas del universo ni chuminadas de esas, que en cierta manera también me la traen floja, sino por tener una excusa más para estar con la familia y con amigos que hace tiempo que no ves.

Por esos motivos y aunque con retraso, Feliz año a todos aquellos a los que no se lo haya dicho y espero que os hayan traído muchas cosas los Reyes de Or… ah, no!! que no soy monárquico!! Es que uno empieza por no trabajar los domingos diciendo que no es religioso y acaba votando en una democracia que no es tal.

“Cómo esta la vida, eh? Esta todo fatal, fatal. Verdad que si? Cómo esta todo! ay!! cómo esta todo!” El Secleto

Pero hay que tener esperanza… o eso dicen. Seguimos hablando.

Seguimos hablando...